Hoy quiero enviarle un saludo a la gente pobre, rebelde, consciente,
solidaria, desposeída, disidente, excluida, que va contracorriente,
inadaptada a esta sociedad enferma, a la gente explotada, noble, humilde,
sensible, miserable, infeliz, presa, diferente al explotador, engañada,
desesperada, atrapada, triste, maltratada, golpeada, humillada,
discriminada, violentada y a quienes lean estas sencillas letras de
alguien que piensa que toda esta injusticia no puede seguir.
Una disculpa por mi silencio, sé que es muy importante mantener la
comunicación, aunque hace mucho que no lo hacía, gracias al apoyo de mi
compañera mis letras pueden difundirse, intentaré escribir más
continuamente, tengo mucho qué decir, aunque a veces me cueste trabajo.
Ha pasado un mes aproximadamente desde que recibí el resultado de la
apelación, la cual confirmó la sentencia de la juez. Desde ese momento
empecé a asimilar que mi encierro iba a durar un rato, tal vez hasta el
amparo que se acaba de meter, o en otra instancia, o incluso con el 50 o
60% de mi sentencia de 5 años 9 meses; el pensar esto fue difícil para mí,
ya que el encierro es un método de represión que implica muchas cosas
negativas en todos los aspectos. Pienso en otr@s pres@s polític@s que
están viviendo momentos más difíciles, como el caso de Álvaro Sebastián y
much@s otr@s que han mostrado tener una gran fortaleza, o ex pres@s como
Alberto Patishtan, sentenciado a 60 años y que pasó 13 años preso, o l@s
ex pres@s de Atenco, que al ser condenad@s a enormes sentencias después de
vivir una devastadora represión por defender la tierra fueron liberad@s
gracias a la solidaridad, un abrazo a tod@s ell@s. Estas historias
demuestran lo impresionante que es la lucha por cambiar el estado de las
cosas.
En las últimas semanas han llegado buenas noticias, ya que salieron varios
compañeros presos en el reclusorio norte por la represión del 2 de octubre
de 2013.
También me enteré que supuestamente indemnizarán a l@s detenid@s del 1 de
diciembre de 2012 porque el Estado cometió tortura y detenciones
arbitrarias, como lo han hecho y seguirán haciendo, ya que reprimir es su
única función profesional; cínicamente piensan que indemnizando todo se
olvida, mientras la muerte del compañero Kuy ni se menciona, al parecer
los únicos que quieren olvidar son los poderosos; y ¿qué decir de
Almeida?, que después de la represión en la marcha del silencio del pasado
martes en protesta contra las leyes secundarias sobre telecomunicaciones
presume que la policía del D.F. es democrática -como si eso fuera posible-
y que ésta es una ciudad en la que se protege la libertad de expresión,
aunque sabemos que sólo lo dice para satisfacer los oídos del poderoso y
engañar al ingenuo.
A unos días de haberse cumplido el XV aniversario del inicio de la huelga
del 99 en la UNAM quiero expresarle mi gran aprecio a esa generación que
marcó la historia por su gran convicción solidaria, valiente y rebelde que
influenció a las generaciones siguientes.
Me llegó una revista, Rebeldía Zapatista, con un espacio de cartas
anarquistas con diversas reflexiones, en una de ellas, un colectivo de
compañer@s solidari@s de Costa Rica me mencionan, agradezco a Rebeldía
Zapatista por incluir la carta y una foto en la que hay una manta llevada
por dos compañeros en la que está escrito que exigen mi libertad desde
Guadalajara. A l@s compañer@s del EZLN les mando un gran saludo y mi
solidaridad por los difíciles momentos represivos que están pasando.
Agradecezco la invaluable solidaridad brindada por compañer@s, por pres@s
y ex pres@s politic@s, por individuos y organizaciones de todo tipo y de
todo el mundo. Da gusto saber de toda la solidaridad que hay hacia mí: los
comunicados, las mantas pintadas, las consignas gritadas, las marchas
realizadas, los bloqueos y pintas en las calles, los mítines, asambleas,
foros, volantes, carteles, espacios en radios y otros medios libres, los
videos hechos para informar de mi situación, gracias por los libros y
fanzines que me han enviado, por sus cartas, por el apoyo económico y
jurídico; todo eso me inspira a nunca dejar de levantarme aún después de
caer, tengo mucho que agradecer a tod@s l@s que han apoyado la lucha por
la libertad de l@s pres@s.
Mucha gente me ha llegado a decir que nadie va a poder contra el gobierno
ni va a acabar con él, que mis objetivos son utopías, que entienda que
sólo me tengo que preocupar por mí, que la gente no entiende, que si sigo
así seguiré preso o acabaré desaparecido o muerto. Probablemente sea
cierto, pero a donde volteo no dejo de ver la realidad cruel en la que nos
encontramos atrapad@s. Sobran motivos para rebelarnos, también sobran
motivos para ser felices, pienso que vivir rebelándose es la única forma
de ser feliz, a veces por eso estoy a gusto, aun con las consecuencias.
Este es el camino que quiero tomar, porque para mí es más satisfactoria
una pequeña dosis de solidaridad, locura, alegría y libertad, que una vida
llena de arrepentimiento, tristeza, aburrimiento, resignación y opresión.
¿Será que es posible “no meterte en problemas”, vivir “tranquil@”, sin
riesgos y cómod@? ¿Eso es lo más inteligente?, ¿Un@ puede ser “imparcial”
en un mundo como éste, donde existe el jodido y el de billete, el chingado
y el que chinga? ¿Es “normal” y más conveniente ser parte del problema y
no de la solución? ¿Es mejor resignarse porque pensamos que no podemos
cambiar nada en vez de dar guerra y acabar con lo que nos oprime?,
¿Vivimos tranquil@s mientras los recursos naturales se sobreexplotan y se
condena a las futuras generaciones a (sobre) vivir en un planeta sin los
hermosos recursos naturales de los que hoy todavía disfrutamos? ¿Es
preferible aguantar tanta injusticia, explotación, miseria y gandallez que
nos rodea? ¿Es mejor evadir toda esta realidad o ignorarla aunque esté
todo el tiempo en nuestras narices? ¿Cuál es el mejor método para combatir
todo esto? Si se elige enfrentar al explotador, cada quien, por diferentes
situaciones y razones elige su método; para un@s es más importante la
difusión, para otr@s la acción (que también se puede considerar una forma
de difusión), y otras formas. Lo importante es que un@ elige de qué lado
está, o si sólo se vuelve un/ espectador/a, posición en la que
supuestamente no te arriesgas tanto pero puedes sufrir repercusiones de la
guerra, aunque no hayas decidido participar en ella.
Sería muy bueno que no existiera nada de esto, pero aunque much@s lo
queramos, lamentablemente no es así; si no formas parte de la solución,
formas parte del problema. Pienso que formar parte de la solución es
buscar y luchar por la emancipación: la solidaridad de la humanidad por y
para la humanidad. Estoy seguro que esa es la solución, intentar luchar
por eso todo el tiempo en el actuar, al hablar, escribir, analizar,
pensar, escuchar, ayudar, leer, contagiar, observar, gritar, pelear,
cantar, llorar, reír, bailar y amar.
Para tod@s anarquía, salud y revolución social
Solidaridad con Carlos, Amelie, Fallon y tod@s l@s pres@s politic@s del
mundo.